DE AUSENCIAS Y CIGARRILLO


Quizás ya se la costumbre de aquel viejo hombre el entregarse solo en la niñez para después fundirse entre una nube de ausencias y cigarrillo…. Quizás sea simplemente su manera de tocar mundos inocentes para marcarlos con su sello; ese emblema que tantos desazones ha causado y que aun después de décadas sigue siendo la fuente de mil preguntas inconclusas.

Ese viejo hombre que se desliza por los más diversos mundos alguna una vez fue un cúmulo de dedicación y pulcritud. Probablemente sea eso lo único que quede claro al final del día.

De las razones existentes para su ausencia se especulará por siempre, sin tener claro tan siquiera si en realidad alguna vez existió un lazo que atase su vida a la de nuestros personajes.

Quien se arriesga a intentar de nuevo, a develar el misterio que envuelve su existencia lo hace quedando vulnerable a sus rotundas negativas sin fundamento, esas que mas parecen una excusas improvisadas y que al final no tienen importancia racional.

Él es así, el personaje principal de una sombría historia se sigue escribiendo a punta de tinta indeleble e invisible….

Él es un cuento, casi sin final que mantiene a sus personajes en un baile lleno de sombras en el cual algunos simplemente se mantienen junto al lado del vacío, atados a aquella esperanza, al dolor  y a mil dudas, son ellos los que aguardan ese hechizo mágico, una señal o algún sonido.

Irónico es pensar que hay quien cree en los finales felices donde vuelan pájaros azules anunciando la llegada de la primavera acompañada de la brisa profunda de libertad y amor.


Solo el tiempo dirá si este capitulo termina en agonía o felicidad, solo el paso de los soles y las lunas definirán si hay futuro o simplemente pasado que recordar, si en algún momento la historia se torcerá para dar lugar a las almas embellecidas o simplemente quedarán por siempre los cuerpos vacíos e inertes danzando en este manantial.


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